jueves, 10 de octubre de 2013

Una de las águilas pescadoras aparece electrocutada en el monte Oiz

FUENTE: DEIA.COM
Alumno de Educación y control ambiental: Jose Antonio Navio
Una de las águilas pescadoras,"Artia", liberada en el proyecto de recuperación de la especie, ha sido encontrada electrocutada en el monte de Oiz. Formaba parte del proyecto de recuperación del Aguila pescadora en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, mediante el cual han sido liberados 12 pollos de esta especie procedentes de Escocia en plenas marismas de la Reserva de la Biosfera con la intención de que en unos años esta especie pueda criar en Euskadi.
El águila Artia se electrocutó en el monte Oiz (DEIA)

BILBAO. Tras arduas tareas de cuidado y monitorización de las aves en una torre de hacking, las aves fueron liberándose en virtud de su estado físico de manera progresiva, siendo las 3 primeras liberadas el 27 de julio y las últimas el 3 de agosto. Una vez liberadas las jóvenes águilas permanecieron en el entorno donde fueron liberadas cerca de 1 mes reconociendo el territorio al que deberían volver para criar.
De todas ellas 5 ejemplares llevan un transmisor GPS que permite al equipo investigador conocer su localización exacta cada hora y poder ofrecer a todos aquellos que estén interesados el viaje de esta especie en su migración intercontinental a través de internet.
http://www.birdcenter.org/es/proyectos/proyectos-de-seguimiento-mediante-nuevas-tecnologias/237

Si bien 4 de las cinco águilas pescadoras liberadas que llevan transmisor han llegado sin problemas al continente africano, una de ellas, de nombre “artia” no ha tenido tanta suerte.
El día 19 de septiembre esta joven águila partió hacia el sur dejando poco a poco Urdaibai a sus espaldas. Sin embargo, al día siguiente, el día 20 de septiembre, recibimos del satélite una noticia inquietante...las localizaciones de las últimas horas correspondientes a “Artia” se repetían una y otra vez en el mismo punto, lo que indica que podía haberle sucedido algo. Estamos ya fuera de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, en el municipio de Durango; la señal nos lleva hasta la ladera Sur del Monte Oiz, donde nos tememos lo peor...

Por esta ladera asciende un tendido eléctrico aéreo que alimenta de energía las antenas de televisión y radio ubicadas en la cumbre del Oiz. La señal del GPS de “Artia” apuntaba hacia una de las torretas de este tendido...nos acercamos y ...allí estába!!!...era “Artia” cuyo cadáver yacía a los pies de la torreta. Junto a ella había también restos de otra rapaz electrocutada días antes.

Cuando las aves afrontan sus largos viajes migratorios de inmediato pensamos en el peligro que suponen las grandes barreras geográficas, tales como los mares y los desiertos, pero no caemos en la cuenta que las aves también han de superar inquietantes peligros derivados de la acción humana, tales como las líneas eléctricas, los aerogeneradores o la caza furtiva. En este caso “Artia” no ha tenido ocasión de enfrentarse a las barreras migratorias naturales ya que ha sucumbido electrocutada al posarse en una torreta eléctrica sin aislantes, fuera ya de la Reserva de Urdaibai y nada más iniciar su primer viaje migratorio.

Los accidentes provocados por colisión o electrocución con las líneas eléctricas constituyen una de las causas de mortalidad no natural más importantes para las rapaces y otras aves de gran envergadura, tales como las garzas o las cigüeñas. Así por ejemplo, durante el proceso de reintroducción de la Cigüeña blanca en Urdaibai se constató que alrededor del 20% de los ejemplares liberados murió por electrocución o choque con los tendidos dentro de la propia Reserva. No obstante, la Dirección de Biodiversidad del Gobierno Vasco llevó a cabo con posterioridad un proceso de modificación de la red eléctrica en Urdaibai de modo que en la actualidad el riesgo de accidente para las águilas pescadoras y otras aves dentro de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai es muy bajo. No obstante, una vez las águilas abandona la Reserva quedan sometidas a los múltiples puntos peligrosos diseminados a lo largo de su ruta migratoria. Esperamos que este desgraciado accidente sirva al menos para concienciar del peligro que suponen algunas líneas eléctricas para las aves y se tomen las medidas oportunas para minimizarlos.

Confiamos en que los otros ejemplares de águila pescadora tengan más suerte y logren esquivar trampas mortales como esta torreta, camuflada como el perfecto posadero para descansar un rato antes de proseguir la migración hacia África.

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